La representación de los diablos como personajes, son imprescindibles en la mayoría de fiestas populares del Ecuador. En la cultura popular son símbolos de rebeldía e insurgencia, así como también de alegría, de unión e identidad de un pueblo. Aqui una libre versión de diablitos, dedicado a esos espíritus irreverentes.
Éste personaje surge hace casi un centenar de años en Santa Rosa, un barrio de Riobamba,dónde eran comunes los talleres de hojalatería,su rol en la fiesta es custodiar la imágen del Niño Jesús y acompañar a los priostes en su trayecto desde su casa hacia la ⛪ iglesia para celebrar la eucaristía, y luego de regreso.
Éste "Diablito de lata" aparece en la fiesta religiosa,y está relacionada desde la visión mestiza con la coincidencia de la conmemoración occidental del nacimiento de Jesucristo con el Kapak Raymi,una celebración andina que festeja el nacimiento de las plantas en las chacras,las nuevas energías,las vidas de los niños y el último solsticio del año.
Éstas creencias se fusionaron con la celebración de Navidad y varios personajes que se consideran sagrados en la cosmovisión andina se incluyeron al pase del Niño en un sicretismo colorido, como los lobos,los danzantes,los curiqingues y Sacha Runas (hombre musgo).
Es una festividad celebrada del 1 al 6 de enero en la ciudad de Píllaro, es una fiesta donde el principal personaje es el Diablo quien es interpretado por los habitantes de la ciudad, las personas se disfrazan de diablos usando máscaras que son realizadas a mano con meses de anterioridad, son hecho a base de papel, están adornadas con cuernos, bolas de cristal (ojos) y papel crepé, esto con la finalidad que el diablo pueda moverse libremente, se dicen que uno de sus orígenes fue la rivalidad entre dos barrios tradicionales, quienes se disputaban por las mujeres de la ciudad, con la finalidad de asustar a sus rivales, se vestían de diablos, años más tarde en la vecindad de Marcos Espinel, empezó a organizarse un desfile encabezado por “La Legión”, estaba compuesta por el Diablo a la cabeza, le seguían su corte llena de personajes diversos, como la Capariche, el Cazador entre otros, cada año siguió popularizándose hasta que en la actualidad todos los habitantes de Píllaro participan activamente, aunque su significación actual ha cambiado, dándole un carácter rebelde a la festividad, la algarabía y alegría que irradian los diablos es la misma.